< Nuestro Rabino : Naso
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Naso
( Por: Rabino Benchimol , 29/05/2014 )
A veces cuando leemos la Tora, nos parece que hay ciertas cuestiones que tiene que ver solo con el pasado, con la época de los judíos en el desierto y que no es relevante para el siglo 21.
Especialmente cuando en esta parasha nos habla la Tora, sobre la misión que tenían los Levitas, durante el periodo de la travesía del pueblo de Israel en el desierto.
Cada vez que el Pueblo de Israel se desplazaba a través del desierto, los Levitas tenían que desarmar todos los elementos del santuario para luego transportarlos, hasta llegar a un nuevo sitio, donde acampaban y en donde tenían que armar todo nuevamente.
Durante miles de años, hemos leído y releído en la Tora, sobre este tema. ¿Que podemos aprender de esto para nuestra vida diaria?
Los sabios nos dicen que el propósito de la creación del mundo, fue para que Di-s pueda morar en este mundo físico.
Este concepto tan espiritual, realmente es difícil de comprender. Se puede entender que Di-s se revela en el cielo, en los mundos espirituales donde están los Ángeles y demás seres espirituales, pero aquí en nuestro mundo material y físico es como un poco extraño pensar sobre esto. Es más, en este mundo, la presencia de Di-s es opacada, está escondida, no es tangible y no la vemos.
Sin embargo es justamente en este mundo de seres humanos y no de Ángeles, de computadoras, carros y celulares sofisticados y no de seres celestiales, que Di-s quiso revelarse y estar presente.
La Parasha nos enseña, que esta misión de crear un lugar para la presencia divina y lograr una elevacion espiritual en este mundo, lo debemos hacer nosotros.
En cada historia que nos relata la Tora, hay escondido un mensaje muy profundo.
La esclavitud del pueblo de Israel en Egipto, las dificultades que hemos pasado como pueblo a través de toda la historia, los viajes en el desierto y por supuesto el trabajo de los Levitas tiene un profundo significado.
El trabajo de armar y desarmar el santuario, sirvió de alguna manera para preparar espiritualmente al mundo, para lograr construir unos años mas tarde el templo sagrado de Jerusalén.
Hoy, después de miles de años de estos hechos, nuestro transitar por el mundo durante el largo exilio desde la destrucción del Templo, cada familia, cada hogar judío, cada institución, en U.S.A., en Argentina, en Hong Kong o en cualquier lugar del mundo donde nos encontremos, sirven como preparación espiritual para hacer de este, un mundo mejor y mas espiritual.
El trabajo es difícil pero no imposible y todos podemos ser parte de el, es nuestra decisión participar activamente y traer luz espiritual, amor y armonía para lograr una morada para Di-s en este mundo.
Shabat Shalom
Rab Iosef Benchimol